La jueza María Servini pidió al Banco Central información financiera del Presidente y su hermana. La causa avanza bajo secreto de sumario y analiza posible lavado de dinero tras el colapso de la fallida criptomoneda promovida por el propio Milei.
La justicia federal empezó a tirar del hilo del caso $LIBRA y el escándalo parece salpicar directamente a la cúpula del poder. La jueza María Servini libró un oficio al Banco Central para que identifique todas las entidades bancarias que operan o hayan operado cuentas a nombre del presidente Javier Milei, su hermana Karina Milei y otros tres investigados. El foco: la evolución patrimonial tras el fallido lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA, promocionada públicamente por el propio mandatario en febrero.
La causa, que está bajo secreto de sumario, avanza con paso firme. Según fuentes judiciales, se pidió al Banco Central un informe detallado de movimientos de cuentas desde 2023 hasta la fecha. La fiscalía a cargo de Eduardo Taiano, junto a la división de Lavado de Activos de la Policía Federal, busca determinar si hubo maniobras de vaciamiento o lavado tras el colapso del activo digital.
Imputados, cajas vacías y bolsos abultados
La medida se suma a la inhibición de bienes y prohibición de innovar por 90 días para tres imputados clave: Mauricio Novelli, Sergio Morales (ex asesor de la Comisión Nacional de Valores) y Manuel Terrones Godoy. En el caso de Novelli, la justicia también extendió la medida a su madre y hermana, luego de que cámaras de seguridad del Banco Galicia en Martínez las captaran ingresando con bolsos aparentemente vacíos y saliendo con ellos "visiblemente abultados".
Todo ocurrió el 17 de febrero, primer día hábil luego de que Milei hiciera el posteo que disparó la compra masiva de la criptomoneda. A los pocos días, cuando la Justicia allanó las cajas de seguridad, ya estaban vacías. La sospecha es clara: alguien se adelantó.
El informe de la Policía Federal es contundente. A las 11:03, las mujeres fueron filmadas saliendo del banco con los bolsos cargados. El fiscal Taiano investiga si eso fue parte de un posible vaciamiento previo al colapso financiero de $LIBRA.
De Twitter al colapso
Todo comenzó con un tuit de Milei el viernes 14 de febrero. El presidente promocionó en su cuenta de X el lanzamiento de $LIBRA. Muchos vieron una señal oficial, invirtieron, y en pocas horas el valor se desplomó. Luego, Milei se desentendió: dijo que no estaba al tanto del negocio. Pero ya era tarde.
El caso abre interrogantes incómodos sobre conflictos de intereses, posible uso de información privilegiada y responsabilidad institucional. Por eso, la justicia quiere saber cuánto sabían Milei y su hermana, qué relación tienen con los imputados, y si sus cuentas reflejan movimientos sospechosos desde que arrancó el escándalo.
La causa avanza, aunque con el freno de mano del secretismo judicial. Pero algo está claro: cuando el negocio se cae y los bolsos se llenan, alguien siempre pierde. Y no suele ser el que tuitea desde arriba.