Mientras La Libertad Avanza define su armado electoral en la provincia, la disputa entre Karina Milei y Santiago Caputo sale a la luz en redes y oficinas públicas. Acusaciones cruzadas, desplazamientos y una pelea por las cajas del Estado.
Las internas de La Libertad Avanza (LLA) dejaron de ser rumores de pasillo para transformarse en disputas abiertas que se ventilan por redes sociales, en plena negociación por el armado electoral en la provincia de Buenos Aires. El frente libertario, que pretende consolidarse como fuerza nacional, exhibe ahora su principal fractura: el ala que responde a Karina Milei contra la que lidera el asesor presidencial Santiago Caputo.
Todo comenzó con un posteo del armador bonaerense Sebastián Pareja —hombre de confianza de Karina— en el que destacó a José Luis Espert y mostró a la dirigencia bonaerense de LLA frente a Casa Rosada. Pero el gesto generó una inmediata reacción de “las Fuerzas del Cielo”, grupo digital comandado por Daniel Parisini, alias “el Gordo Dan”, uno de los alfiles de Caputo. “¿Y Romo?”, disparó Parisini en X, cuestionando la ausencia de Agustín Romo, jefe del bloque LLA en la Legislatura bonaerense y pieza clave del otro bando.
El cruce expuso el trasfondo real: una fuerte disputa por el control del armado provincial y los lugares en las listas. De un lado, los “Karinos”, con Pareja, Lule Menem y Martín Menem; del otro, los digital warriors de Caputo, que marcan territorio y denuncian la intención de copar estructuras con “la casta”.
El conflicto se agudizó tras la derrota en Santa Fe, donde Caputo había sugerido no participar por falta de estructura, y se intensificó con los éxitos electorales en otras provincias, como Chaco, que reforzaron el rol de Karina Milei como "la jefa", tal como la bautizó su hermano presidente.
Pero el fuego cruzado no termina en las redes. El control de cajas sensibles como PAMI y ANSES también forma parte del tablero. Recientemente, el PAMI lanzó una auditoría interna para investigar contrataciones directas y denuncias de aportes compulsivos del 10% de los sueldos de empleados. La lupa está sobre las delegaciones manejadas por dirigentes alineados con el sector de los Menem y Pareja.
Uno de los casos que encendió alarmas fue el del abogado Adrián Núñez, referente de LLA en Misiones, acusado de pedir esos aportes a empleados del Estado para financiar campañas. El escándalo no hizo más que reforzar la ofensiva discursiva de Caputo contra lo que llama “la caja negra” del aparato libertario.
Otro episodio que sumó tensión fue el conflicto en Junín, donde la influencer Marina Biagetti denunció haber sido expulsada del espacio por formar parte de “Las Fuerzas del Cielo”. El coordinador local de LLA, Alberto Pascual, ligado a Pareja, la echó del grupo partidario. Biagetti publicó pruebas en redes y obtuvo rápidamente el respaldo de Parisini, quien prometió intervenir. Días después, Pascual fue apartado de su rol en el partido a nivel local y se puso en duda su continuidad al frente del PAMI en esa ciudad.
La interna libertaria ya no se esconde. La disputa por el control de las listas, las estructuras del Estado y la definición de la estrategia electoral bonaerense anticipa una guerra de poder que no terminará con el cierre de listas. Y mientras tanto, Milei observa desde la cima de la estructura, sin intervenir públicamente… por ahora.
Fuente La Nación