El reemplazo de Karina Obregón por un dirigente vinculado a La Libertad Avanza desató cruces y acusaciones entre sectores que se disputan la representación del PRO en el distrito.
El reciente desplazamiento de Karina Obregón de la dirección de la oficina de PAMI en General Las Heras provocó una ola de reacciones en el ámbito político local, que van mucho más allá del cambio administrativo. Su reemplazo por Gustavo Frías, dirigente vinculado al concejal Patricio Langan —actualmente alineado con La Libertad Avanza— fue interpretado como un movimiento cargado de intereses partidarios.
Obregón fue notificada el jueves de su desvinculación. La decisión fue criticada públicamente por su esposo, Rubén Obregón, quien denunció que el recambio obedeció más a “enroques de la política” que a criterios de gestión. “Fue un año de mucho trabajo en PAMI, pero a nadie le importó la gente. Solo se buscó satisfacer pedidos políticos”, expresó. Y agregó: “No vamos a bajar los brazos, porque queremos que las cosas cambien”.
La polémica creció cuando el presidente del PRO local, Pablo Valerga, se despegó del movimiento. En un comunicado, remarcó que su espacio no participó de la decisión y defendió la tradición institucional del PRO en la gestión de organismos públicos. “Durante el gobierno de Mauricio Macri decidimos mantener a funcionarios que no eran de nuestro espacio porque priorizamos a los jubilados por sobre la política”, afirmó.
Valerga también marcó una línea divisoria dentro del propio partido: “Hoy existen dos espacios que dicen representar al PRO en Las Heras. Uno es el nuestro, con la historia y los valores que siempre defendimos. El otro es el que efectivizó este cambio en el PAMI”.
La situación dejó al descubierto una interna cada vez más explícita entre referentes que se identifican con el mismo sello político pero operan con lógicas y alianzas diferentes. Mientras unos intentan mantener una línea de continuidad y respeto institucional, otros avanzan con cambios que reconfiguran el mapa de poder local.
El dirigente cerró su comunicado con un llamado al respeto: “Espero que quienes se presentan como ‘la nueva política’ no arrasen con lo más valioso que tenemos: el respeto entre vecinos. Ese valor fue, es y será un pilar de nuestra comunidad”.
El caso PAMI, más allá del nombre propio, dejó expuesta una disputa por el control político del distrito, con consecuencias que podrían proyectarse más allá de la coyuntura.